Me dio un nosequé... Recién me daba cuenta que había estado ahí por tantos días, y no es conveniente dejar las frutas tanto tiempo sin prestarles atención, sin comerlas. Por fuera parecía igual, tan fresca como el día que la compré. Pero los poros de su superficie me sugerían que por dentro pasaba algo.
La curiosidad fue más fuerte que la amenazadora mirada, y me acerqué a tocarla. Me dio una electricidad al acercarme... pero eso aumentó mi intriga. Había un clima de tristeza dentro de toda esa ira que emanaba de la pequeña fruta. La tomé con mi mano izquierda (no se bien por qué, si soy diestra) y creí escucharla... gritar... de dolor. Ante tal comportamiento, mi mano que ya no me pertenecía, la soltó rápidamente y cayó al piso. No hizo ruido esta vez, parecía haber muerto en el momento que la toqué.
Al caer se partió un poco y dejó ver su interior, deteriorado, amarillento y seco. Pensé en los sabores que hubiera probado si no la hubiera olvidado allí, en el canasto de las frutas; en los aromas que mi nariz hubiera captado y guardado en mi interior. O quizás, aquello que ella hubiera querido ser, formar parte de una ensalada, de un postre o un almuerzo, ser la ralladura de una torta, darle sabor quizás.
Pero ahora yace en el piso, ya ni me mira, ni grita, ni huele. Me provocó y se fue, y ahora algo dentro mío no deja de moverse y golpearme por dentro.
3 comentarios:
w0w! me gust0 y much0... c0m0 a veces un0 se 0lvida de ciertas c0sas y despues se da cuenta de l0 que se perdi0... =) que buen0 que sigas escribiend0 nena!
que bueno,me encanta que encuentres en la simpleza de las cosas una historia más profunda que se conecta con el cosmos personal de cada uno ...bravo Luli
La forma en como lo describis, hace activar a todos mis sentidos. Te felicito Lu! Esta bueno que puedas expresarte asi. Lo que me llego tambien es que, no tan solo hablas de sentimientos, sino tambien de situaciones normales que parecen intrepidas historias :)
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