miércoles, 26 de octubre de 2011

3 | Una subjetiva forma de ver


Además de Descartes, hubo muchos hombres que reflexionaron sobre la verdad. Otros mapas acerca de ella fueron dibujados en las hojas de la historia. Una teoría que tuvo gran repercusión en el mundo fue la ideología marxista, que fue interpretada muchas veces desde su concepción. Michel Henry fue uno de ellos, y él a su vez dibujó un Marx con determinadas características. Para llegar a su boceto, también conoció otros dibujos sobre este pensador, y critica el más conocido, al que se denomina “marxismo ortodoxo”. Es interesante la nueva cara que propone Henry de la ideología marxista, pues encontró en el filósofo una dimensión que no había sido tomada en serio por los marxistas.
Para Henry, lo que hay de vivo en Marx es su pensamiento sobre la vida. En ella encontramos el fundamento de la teoría de dicho intelectual, pues constituye el basamento de la historia y la economía, ya que produce los fenómenos específicos que serán estudiados por esas ciencias[1]. Henry también rescata el concepto de praxis de La ideología alemana, que es una dimensión del ser en la que entra en juego lo corporal, lo afectivo, los sentimientos individuales que se despliegan como una “subjetividad orgánica”, en pocas palabras, lo que el sujeto siente mientras plasma la vida en los objetos del mundo. Aquellos son sobre los cuales tematiza la ciencia, el “resultado”, digámosle, de la vida, y no es la vida misma en sí.
El modo de vida de las personas permite ver las propiedades de una clase social determinada, y una de ellas es la ideología. Este mundo de ideas, de pensamientos, de imágenes, de representaciones de todo tipo, esta estructura mental es lo que Marx llama conciencia, y son compartidas por los miembros de la misma clase, lo que los hace pensar y sentir más o menos parecido. La conciencia es un mapa, la forma en que cada uno representa su propia vida espontáneamente.
El parchado ojo de la sensibilidad empezaba a ver, era descubierto por alguien que quería que tomara la posición que le pertenece. Marx intentaba introducir en el juego al cuerpo, a los sentidos, a la subjetividad ¿Qué sería del mundo si hubiera primado una mirada subjetiva de las cosas?
Quizás Lacan haya indagado, sin procurárselo, sobre por qué prima la razón por sobre los sentimientos. Este psicoanalista, según dicen las malas lenguas, es sumamente complejo, por lo tanto, otros psicólogos que intentan interpretarlo nos ayudan en su comprensión. Joël Dor[2], por ejemplo, afirma que Lacan define al sujeto como un sujeto dividido. El sujeto verdadero, del deseo, del inconsciente es un magma de pulsiones de vida y muerte, y si se cumplieran todos sus deseos, no podríamos vivir en sociedad. Por lo tanto, sólo una parte del sujeto verdadero se manifiesta, lo que constituye el sujeto imaginario, es eso que yo creo ser. ¡Resulta que creemos ser algo que no somos! Imagino la cara que habrá puesto la razón cuando oyó esto. El sujeto imaginario era sólo un mapa del inconsciente. Asimismo, esta el cuerpo físico, otro mapa. Lacan afirma que es casi imposible acceder al territorio del inconsciente.
El sujeto mantiene consigo mismo una relación mediatizada por el lenguaje, y de la única forma que el inconsciente puede hacerse oír es a través del decir. Es en la forma de enunciar que el sujeto verdadero se hace presente, en momentos aislados y escasos. Aquí es donde Dor retoma la teoría de la enunciación, y relaciona al sujeto de la enunciación con el inconsciente y al sujeto del enunciado con el yo imaginario. A través del lenguaje, el sujeto imaginario se comunica con otros sujetos imaginarios, el verdadero yo no podrá nunca comunicarse con sus semejantes verdaderos.
Tal vez esto pueda explicar la supremacía de la razón. Desde el momento en que el lenguaje se interpuso entre el inconsciente y el mundo (el estadio del espejo para Lacan), los deseos se sometieron a la racionalización. La sociedad no esta diseñada para existir con sujetos que cumplieran todas sus pulsiones.
Qué irónico pensar que para Lacan existe una división bastante profunda entre el sujeto imaginario y el verdadero, y por lo tanto una separación total del sujeto con el mundo y para la filosofía Zen el mundo y el sujeto son uno solo amplio y libre de conciencia. Lo mismo le sucede a Descartes, quien revela al sujeto la conciencia de sí, tanto esfuerzo que le costó dudar de todo para poder sacar en limpio una única certeza, y los maestros budistas, con una expresión muy seria, intentan ayudar por años a aquellos que quieren acercarse a su forma de vida, a que se olviden de sí, que dejen que “ello” pinte el bambú y tire la flecha.


[1] HENRY, Michel. “La vida y la muerte: Marx y el marxismo” en Metodología de las Ciencias Sociales. Apunte de Cátedra. 2010
[2] DOR, Joël. “Sujeto del inconsciente. Sujeto de la enunciación. Sujeto del enunciado”, en Introducción a la lectura de Lacan. Apunte de Cátedra. 2010

miércoles, 19 de octubre de 2011

Un día la Josefa...

Andaba acumulando ganas de expresar millonada de cosas... un día que la doña andaba paseando, mojándose los pies y respirando lluvia escuchó un comentario al pasar que un hombre bigotudo le decía a otro: ... no es bueno retener, cuando hay ganas, hay ganas! Entonces la Josefa, sorprendida por lo que había escuchado y todavía procesándolo se paró de repente en medio de la lluvia para cruzar un semáforo.Oh! casualidad agarró una ola de verdes, se apuró a pedalear en su triciclo veloz casi sin entender por qué lo que había escuchado la impulsaba a movilizarse rápidamente. Pero cuando quiso levantar la mirada para ver si tenía que frenar se dio con que se le había ido la mano con la energía al pedalear... allí estaba la morocha suspendida en el aire, estacionadita bien cerca de un nubarrón. Miró para abajo, entre medio de las nubes vislumbró la calle por donde había estado hacía tan solo unos segundos atrás y soltando un largo suspiro se dijo: Ah! me elevé!!!. Cuando iba por un segundo suspiro de alivio pareció caer en cuenta de su real elevación y aferrándose con todas sus ganas al peluche del pato Donald que decoraba el manubrio de su triciclo soltó un grito, uno tan fuerte que hizo que las nubes cercanas se chocaran provocando un trueno que parecía expandirse más allá de ese mismo cielo.
No pudo llegar a mirar hacia abajo Josefa que la mirada se le desvió, las nubes se habían comenzado a separar formando una especie de túnel y allí la curiosidad mató todo vértigo que quedaba en los huesos temblorosos de Josefa... acto seguido le dio un beso a Donald y comenzó a pedalear y como buena seguidora de Disney no dudó en citar a un personaje célebre gritando con todas sus fuerzas: Al infinito y más allá!!!.
Los vecinos del barrio comenzaron a notar la ausencia de Josefa y su triciclo veloz, fue entonces que, como todo barrio tradicional, se generaron sospechas y teorías sobre el paradero de la morocha. Había muchas historias armadas, pero hay una que resaltaba sobre las otras y creo yo, con todo el poder que me confiere mi título de narrador, podría considerársela una de las mas cercanas al real paradero de Josefa:
Vicente, un hombre de bigotes, conocido por su rutina de peinarse sus pocos pelos blancos - tanto los de su cabeza como los de su bigote - en un ritual mañanero. Todos los días a las siete de la mañana se para con su peine negro fino mirando por la ventana que da a la calle Santa Fé. Este hombre suele saludar a Josefa todas las mañanas cuando esta pasa por la vereda. Él mismo afirma que un día no la vio que en cambio a la hora exacta del saludo mañero que debían intercambiar había escuchado un grito seguido de un trueno que lo hizo temblar todo volviéndolo a despeinar. Él cuenta que debió repetir el ritual del peinado pero que no se había enojado porque sabía que ese grito había sido Josefa, ella no iba a pasar ni un día sin saludarlo, estaba seguro, como así también estaba seguro que la morocha se iba de paseo, él sabe muy bien que Josefa lleva a Donald a un lugar distinto todos los miércoles, pero don Vicente no se explica porqué en ese particular miércoles Josefa había decidido ir tan lejos, pero se contestó a sí mismo afirmando: la Josefa siempre quiso salirse de este mundo, andaba siempre colgada, si no era de la luna, era por alguna nube, pero nunca me imaginé que iba a querer visitar todo el cosmos...

Continuará...creo. No!!! Afirmo: Continuará.

Gracias por la bienvenida conspiradores...

jueves, 6 de octubre de 2011

imaginemos

despertar de un sueño largo, que uno pensaba nunca acabaría. pero dormido uno se ve tan lindo. la lucidez es un arma de doble filo. yo no sé manejarla, muchas veces me corto, otras me sale bien.
a veces quisiera ser un animal, para pasarme la vida sin saber qué soy... y que no me importe. pero no podría ser otra persona. me gustaría ser un café de máquina, con un poquito de leche. me encanta como huele, como sabe, como se ve, es redondito pero a nadie le molesta. y si fuera un caramelo de miel. te hace sentir mejor cuando estás engripado, te ayuda a concentrarte en el estudio, es un golpe de azúcar para la glucemia, es compañero en el invierno y deleite en el verano.
¿que podés imaginarte siendo ?